Santander.- A pesar de que Ramón Salazar había escrito para ella su personaje de La enfermedad del domingo, las palabras de Susi Sánchez fueron: “Si tú no estás conmigo, yo no soy capaz de hacerlo”. Y es que, aunque se trate de una de las actrices más reputadas del país, meterse en el papel de una madre que abandonó a su hija no es tarea fácil: “Vivimos en una sociedad patriarcal donde el abandono de la madre no se justifica bajo ningún concepto. El del padre todavía puede tener alguna excusa, pero la madre no”, ha explicado la actriz, que junto al cineasta malagueño, participa en un coloquio tras la proyección de la película en el ciclo Encuentros de cine español de la UIMP.
Sin embargo, el proyecto, aunque fue un proceso “muy arduo”, resultó ser “suave” dentro de la complejidad. Quizás por el hecho, de que, efectivamente, en todo momento estuvo acompañada por Salazar y de que “la generosidad de Bárbara Lennie trabajando es extraordinaria”. No era la primera vez que trabajaban juntas, como tampoco era la primera vez de Sánchez con Salazar, con quien ha trabajado en tres ocasiones: “Es un maestro, un amigo, un guía, que me ha reafirmado una manera nueva de entender el arte”. Y es que, desde Piedras, su ópera prima en la que Sánchez tenía un personaje, le ha visto crecer artísticamente: “He visto toda su evolución y es un disfrute muy grande ver cómo un ser humano crece como persona y como artista. Creo que en esta última película, además, ha dado un salto cuantitativo”.
La enfermedad del domingo ha tenido gran repercusión internacional gracias a Netflix y la participación en festivales como el de Berlín: “Yo pensé que iba a ser una película para más minorías de lo que es en realidad. A pesar de que hay grandes cerebros, académicos incluso, a los que no les ha gustado, que tienen una visión de una película lenta técnicamente, creo que ha abierto el corazón de muchísima gente, que es lo que importa”, ha destacado Sánchez. Y sin embargo, aunque todo apuntaba a que iba a ser una de las tres seleccionadas por la Academia para representar a España en los Oscar, se ha quedado fuera: “Aquí tenemos una visión diferente del cine, entonces creo que la elección ha sido acorde con el momento artístico que estamos viviendo en el país, así que, aunque en algún momento lo pensáramos, tampoco me ha sorprendido nada que no esté”.
Sánchez también ha hablado del papel de la mujer en el séptimo arte. En su caso, que siempre se ha comprometido con proyectos que le entusiasmaban pero que no eran muy comerciales, sí que reconoce la poca presencia de los personajes femeninos: “La mayoría de guionistas son hombres y escriben personajes de hombres. No se atreven mucho con la psicología femenina o si escriben personajes de mujeres, suelen ser bastante tópicos, que dan una imagen muy insólita de la mujer, muy parcial”, ha apuntado. En su opinión, lo complicado es el respeto a la mujer dentro de las historias: “Respeto en el sentido de dar vuelo a los personajes, darles espacio y no hacerlos encorsetados”.
Por último, la actriz de La piel que habito o Juana la loca se ha mostrado muy contenta con la posibilidad de presentar la cinta en Santander, concretamente en la UIMP: “Me encanta porque es una cuenta pendiente que tengo de toda la vida. Para mí es un honor y un privilegio”, ha afirmado.
Actualmente, se encuentra preparando la segunda y la tercera parte de la trilogía de El guardián invisible, adaptación de la novela de Dolores Redondo y tiene pendiente de estrenar la serie de Antena 3 Presunto culpable. En teatro, inicia el 6 de octubre en El Escorial la gira con Espía a una mujer que se mata, a partir de Tío Vania de Anton Chéjov.