Rodrigo Fresán: “Ahora el enemigo de la lectura no es la televisión, sino la propia lectura”

Santander.- Cuando tenía catorce años le expulsaron del colegio, así que pasó dos años fingiendo que acudía a clase delante de sus padres. En realidad, pasaba las horas en la biblioteca leyendo todos los clásicos. Tampoco era de extrañar su pasión por la literatura y es que, hijo de intelectuales de los años setenta en Buenos Aires, por su casa era habitual ver a Julio Cortázar o a Gabriel García Márquez, influencias que marcaron la vida personal de Rodrigo Fresán, pero no tanto la profesional: “Sin ese contacto, creo que habría sido escritor igualmente”, ha señalado el escritor argentino que participa en el ciclo Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).


“Antes de leer y escribir, ya quería ser escritor”, ha asegurado el autor y periodista, que siendo niño no soñaba con ser Superman o piloto de Fórmula 1, sino con lo que es en la actualidad: “Estoy muy agradecido por haber hecho realidad mi deseo más primario”, ha señalado Fresán, quien ha asegurado que los grandes escritores que ha conocido le han influido “no tanto por su genialidad, que estaba presente en sus libros, sino por conocerlos como seres humanos, muy divertidos”. Y es que, como ha declarado, los escritores, cuando se juntan, es para tomarse un descanso: “Mis conversaciones con Bolaño solían ser por teléfono, los dos con la televisión encendida y comentando Gran Hermano”, ha destacado.

A su parecer, “nunca se ha leído y escrito tanto como ahora”, ha dicho haciendo referencia a las nuevas tecnologías: “Ahora el enemigo de le lectura no es la televisión, sino la propia lectura. Me provoca desazón entrar en el metro y ver a todo el mundo consultando perfiles sociales”, ha afirmado. Una tendencia que, en su opinión, supone “un autoconsumo caníbal un poco nocivo del que la gente se terminará cansando”. A él le resulta raro que alguien se prive de las miradas alternativas que ofrecen las novelas, porque, al fin y al cabo “el soporte del libro es bastante económico” y sobre todo, “porque olvidarte de ti mismo durante un rato es bastante saludable”.

Si hay dos cosas que sí que han influido en el autor y periodista, han sido la canción A day in the life de The Beatles y la obra de Kubrick 2001: una odisea en el espacio: “Hasta aquel momento todas las películas que había visto solo tenían una posible interpretación”, ha reconocido al hablar de la cinta que está dividida en tres segmentos narrativos claros, “igual que todos mis libros”.

En la actualidad, Frésan se encuentra trabajando en La parte recordada, novela que completará la trilogía formada por La parte inventada y La parte soñada, “una trilogía que no es autobiográfica, pero sí es su trabajo más personal”. Aunque no sabe si para principios o finales de año, espera que se publique en el año 2019.