Santander.- El psicólogo responsable de formación de la Fundación Cuidados Dignos, Juan Carlos Martin Quicios, dirige el Taller para la gestión de la vida y su cuidado centrado en la persona y sin sujeciones organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), junto al enfermero y también miembro del organismo, Juan Carlos Nogal. Martín Quicios ha explicado que el curso nace con la idea de dar a conocer el modelo de cuidado Libera-Care, centrado en la atención a la persona “sin sujeciones físicas ni químicas”.
Este modelo parte de la doctora Ana Urrutia, presidenta de la Fundación Cuidados Dignos, a raíz de una queja por las sujeciones aplicadas a un paciente: “Aunque en un primer momento le pareció que estaban cuestionando su trabajo, sirvió para buscar información y así ver como se hacía en otros países”. Los datos que descubrió fueron que “mientras en España se ataba alrededor de un 39 % de los pacientes, en Inglaterra se hacía un 4 %”. Esto la hizo entender que tenía que crear “un modelo en el que se dejase de atar, y sobre todo, ofrecer posteriormente un cuidado muy personalizado y centrado en cada paciente”.
Martín Quicios ha expresado que aunque el modelo en sus inicios se planteaba para residencias de ancianos, la doctora Urrutia consideró que se trataba de un problema de “toda la cadena de cuidado”. Por este motivo, surgió el modelo Libera-Care, que posibilita adaptar e implantar este sistema de asistencia en cualquier centro que se dedique al cuidado, adaptándose a sus especificidades, según se trate de un centro de mayores, de salud mental o de discapacidad.
Como ha desarrollado el miembro de la Fundación Cuidados Dignos, este organismo busca formar tanto al equipo "líder” - personal técnico, de dirección y personal de atención directa-, como a toda la organización (auxiliares, personal de limpieza, de cocina), y también a las familias: “Todos tienen que estar implicados en el proyecto, se trata de un modelo de cuidado diferente”. Además, Martín Quicios ha defendido la idea de crear centros “más abiertos de puertas para fuera” para que así, las familias visiten frecuentemente a los pacientes y puedan participar en su cuidado.
El modelo planteado, según ha detallado Martín Quicios, ofrece como alternativa a las sujeciones un mayor conocimiento sobre el paciente “de manera que se puedan predecir conductas o comportamientos disruptivos, y plantear cuidados acordes a ello”. Lo que se busca con este método es “saber la razón por la que la persona se comporta de determinada forma y cómo se puede dar cobertura a esas necesidades”. El psicólogo ha afirmado que en base a los resultados, se dan alternativas que muchas veces suelen ser necesidades de cariño o atención: “Son cosas muy básicas, pero a veces no somos conscientes de ello porque normalmente el personal de atención directa tiene mucho trabajo y no puede dar una atención realmente personalizada”.
“Normalmente cuando vamos a un centro, lo primero que dice el personal de atención directa es que lo ven imposible”, ha explicado el codirector del curso. Sin embargo, ha indicado que la resistencia empieza a desaparecer cuando conocen bien el modelo y “ven que no se implanta de manera radical, sino paulatinamente, en uno o dos años, y con un abordaje individual de cada caso”. Los familiares, por su parte, “cada vez demandan más la no sujeción. Los centros ya ven que en unos años existirá una ley que elimine las sujeciones casi de forma completa”, ha señalado.
Durante el curso, los directores explican el modelo poniendo casos prácticos de centros que ya están aplicando este modelo y así muestran la experiencia positiva que han tenido”. Estas clases teóricas se complementan con una parte más práctica en la sesión de la tarde, impartida por Juan Carlos Nogal, en la que trata de hacer ver “competencias que tienen que desarrollar las personas que cuidan, como puede ser la de comunicación y negociación para establecer pactos y resolver conflictos”.
Créditos fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018