María Martinón analiza la importancia de la Paleoantropología en el conocimiento del ser humano

Santander.- “Aunque la Paleoantropología estudia al ser humano en el pasado, esta ciencia tiene interés para los seres humanos del presente”, ha matizado la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), María Martinón, quien ha protagonizado la segunda jornada del encuentro Poder económico y poder científico, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Asimismo, la también médica ha hecho hincapié en que “hay que dejar a la ciencia explorar” y ha recordado que “no siempre hay que buscarle utilidad práctica directa a todo” porque “la evolución no tiene ni finalidad, ni dirección”. En este sentido, Martinón ha hecho referencia al concepto “serendipia” en el ámbito científico, ya que según la ponente, “muchas veces, los grandes hallazgos han venido por casualidad o de forma colateral a otra investigación”. 

Por otro lado, la directora del CENIEH ha defendido que “se debe tratar de olvidar la distinción entre ciencias básicas y ciencias aplicadas; existe la ciencia, que es la búsqueda de conocimiento y, luego, puede haber aplicaciones de esa ciencia, y de hecho las hay”. Como ejemplo ha expuesto el centro que ella misma dirige, pues, según Martinón, “hermana muy bien la tecnología con la ciencia ya que con esas técnicas sofisticadas se consigue descifrar los secretos del pasado”.

Además, la paleoantropóloga ha defendido durante su ponencia que “la ciencia es cultura”, insistiendo en que “los museos son, hoy en día, uno de los lugares que más se visita en el sector cultural y de ocio, principalmente de Historia Natural y de Ciencia”. La razón, según la propia ponente, es porque “ahí es donde el ser humano trata de conocerse” y, relacionándolo con el tema genérico del encuentro -la mejora del diálogo entre el ámbito científico y el empresarial-, la ponente ha señalado que ese conocimiento puede dar rédito económico.

Finalmente, Martinón ha cerrado la charla explicando que los seres humanos “siguen evolucionando, pero no serán los grandes rasgos anatómicos”.