Santander, 18 de julio de 2022.- “Gracias a la inteligencia artificial podremos objetivar lo que en principio es subjetivo para cada persona”. Esta es una de las ideas que ha señalado el profesor de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Manuel Martín-Loeches, y secretario de la ‘Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la conducta Carlos Castilla del Pino’, enmarcada en los Cursos de Verano 2022 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y que en su novena edición aborda la subjetividad como problema científico y social en el S.XXI.
Esta cita académica, que estudiará durante una semana las fronteras en la investigación sobre la conducta, está dirigida por José María Valls, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Córdoba, quien ha apuntado durante la rueda de prensa de presentación del curso el motivo de su celebración: el abordaje del desconocimiento, por parte de las diferentes ramas del conocimiento, de la subjetividad entendida como la vivencia íntima de aquello que nos ocurre. Un hecho que ha ejemplificado con la diferencia entre reconocer el color rojo, —algo perfectamente objetivado técnicamente—, y lo que representa su percepción para cada sujeto, lo que siente y vivencia.
Esta simple cuestión, es actualmente inasequible para los neurocientíficos, psiquiatras, especialistas en derecho y, en definitiva, para todos aquellos ocupados en la actividad humana y sociológica según ha indicado el profesor Valls. No obstante, el psiquiatra ha sostenido que, aunque hasta ahora no se disponga de una teoría que permita estudiar la subjetividad de una manera holística, “la posibilidad de contar con profesionales en neurociencia, psiquiatría, economía o filosofía, permite que podamos poner al día las carencias de cada campo y discutamos sobre por dónde puede ir el asunto”.
Estado de la cuestión
Entre los temas tratados en el curso, el profesor Martín-Loeches ha destacado la identidad, la responsabilidad personal, o el ‘yo’; “elementos muy importantes a nivel social, legal, filosófico y neurocientífico'', ha comentado.
“Hasta qué punto podremos objetivar lo subjetivo es algo de lo que estamos todavía muy lejos, pero que algún día conseguiremos. Averiguar aquello que es personal, único e intransferible en cada persona, meternos en el yo mismo de cada uno de nosotros”, ha agregado.
En este sentido, el neurocientífico ha informado de que, a día de hoy, cuando se estudia la actividad del cerebro podemos conocer qué es lo que tiene una persona en su mente, en qué está pensando, o qué está viendo e imaginando a través de electrodos y la pantalla de un ordenador. No obstante, ha subrayado que se trata de algo que, de momento, “queda limitado al abanico de posibilidades y escenarios que ha de estudiarse de forma previa sobre el sujeto”.
Inteligencia artificial y subjetividad
Martín-Loeches se ha mostrado optimista con el futuro de la investigación y ha afirmado que “gracias a la inteligencia artificial y su aplicación sobre la actividad dinámica y encefalográfica, se puede ir sacando información sobre lo que tiene una persona dentro”. El neurocientífico ha hecho una clara apuesta por estas herramientas de cara a los próximos hallazgos y ha afirmado que cree que “las cosas cambiarán en los próximos diez años, no creo que antes ni mucho después”. En este aspecto, ha expuesto que las redes neuronales propias de la inteligencia artificial aprenden como un cerebro, pero procesan mucho más rápido grandes cantidades de información y datos, “lo que está permitiendo avances en este campo”.
Por el contrario, el profesor Balls no ha estimado un tiempo determinado para obtener nuevos descubrimientos, pero espera que, para la física, y también para el resto de campos que se dedican a la interpretación del universo, sea posible encontrar un método y una teoría pronto. “Desde mi punto de vista, el problema es primero filosófico, y después es técnico. Los reduccionistas buscan en el cerebro solamente, pero saber por qué y para qué hacemos las cosas permitirá conocernos mucho mejor”, ha agregado.
Conocer la subjetividad para tratar
Por último, el profesor Valls ha calificado de “fundamental” conocer lo que supone la subjetividad en personas con enfermedades del cerebro. “El problema que tenemos con la conducta afectada por estas patologías es saber si se ha estropeado la televisión, o si la película es mala”, ha ironizado. En relación a esto, ha enfatizado en que, el debate actual se sustenta en conocer qué parte de las vivencias de un paciente se han transformado debido a una lesión cerebral, y cuáles son susceptibles de arreglo.
