Santander, 20 de agosto de 2019.- El profesor de Investigación del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC) Víctor de Lorenzo ha destacado hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) la utilidad de las bacterias para abordar el cambio climático. “Los grandes aliados para abordar este problema son precisamente las bacterias que viven en nuestro planeta”, ha asegurado el experto en el XIX Aula de Verano <<Ortega y Gasset>>. Iniciación a la Universidad.
Durante su ponencia, titulada Malas noticias y buenas noticias: los microorganismos gobiernan la tierra, De Lorenzo ha calificado al calentamiento global como uno de los impactos medioambientales “más grandes”, ya que, según el ingeniero químico, no hacer nada al respecto, supondría “la destrucción” de la sociedad. “Los ecosistemas, una vez que han perdido su punto de equilibrio, llegan a una situación irreversible y, aunque se pare de emitir esa molécula contaminante, el sistema no se recupera”, ha advertido.
“El cambio climático aparece como consecuencia de nuestra forma de vida y es un problema de una dimensión tan enorme que las actitudes piadosas no sirven absolutamente para nada”, ha lamentado el ponente. En este contexto, ha propuesto como solución “aliarse” con el microbioma ambiental -que representa el 70% de la biomasa del planeta- puesto que, a su juicio, los microorganismos son “los únicos agentes” capaces impactar de forma “real” en el clima.
Asimismo, De Lorenzo ha matizado que, aunque los humanos se crean “los reyes del mundo”, dependen “por completo” de todo lo que hacen los microorganismos, que vinieron a colonizar el planeta mucho antes. “Nuestra presencia en el planeta es muy corta y es incierto que vayamos a durar mucho más en términos geológicos en la superficie del planeta”, ha precisado.
“Los microorganismos en general y, sobre todo, las bacterias medioambientales son nuestros mejores aliados para poder enfrentarnos a un conjunto de problemas”, ha manifestado el ponente. En este sentido, Víctor De Lorenzo ha subrayado que el planeta tierra “está vivo” gracias a la actividad de los microorganismos: “Son los actores del teatro del mundo, los que se encargan de mantener la dinámica global”.
En la misma línea, ha puntualizado que, a pesar de que las bacterias tienen “muy mala reputación” porque las relacionamos con enfermedades, “están en todos los sitios y no es malo que sea así”. Precisamente, el investigador de CNB-CSIC ha insistido en que los humanos han establecido con ellas una “buena” relación: “Gracias a ellas tenemos el grado de bienestar que tenemos como seres humanos”.
“Los grupos humanos que intercambian bacterias desarrollan un conjunto de bacterias compartidas, que es lo que se llama el microbioma, y compartir eso, contribuye a la cohesión y a la armonía entre distintos grupos animales y humanos”, ha expuesto. Concretamente, el especialista ha asegurado que tanto las interacciones sociales como nuestro estado de ánimo están determinados por las bacterias de nuestro cuerpo. “Hay una conexión directa entre el intestino y el cerebro. Es una especie de secuestro de la actitud de nuestras preferencias”, ha sostenido De Lorenzo.
Foto: Juan Manuel Serrano (UIMP)