Santander.- El jefe del Área de Diseños Industriales en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), Gerardo Penas, ha participado en la sesión matinal del curso Buenas prácticas en Transferencia Tecnológica Academia-Industria, que se desarrolla dentro de las actividades académicas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El especialista ha analizado la situación en que se encuentran los derechos de autor, la propiedad industrial e intelectual, así como los cambios en la legalidad de la transferencia de tecnología entre las instituciones públicas y privadas. Además, ha determinado la importancia de las patentes en multitud de actos cotidianos y cómo este cambio legal afectará al futuro del país.
“¿Quién tiene el derecho de explotación comercial de los resultados de las investigaciones?”, ha arrancado el ponente para mencionar los diferentes elementos que conforman los aspectos legales en el proceso de transferencia de resultados entre entidades públicas y privadas y que, según ha explicado, han sido modificados y provocarán un retroceso en innovación a nivel nacional.
Asimismo, Penas ha subrayado los dos elementos más importantes para analizar la Ley de patentes: por un lado, la definición de quién y de cómo ser titular de la patente, aspecto aún puesto en duda, y por otro, las condiciones de explotación comercial de la misma. Dentro de este marco, el especialista ha advertido sobre los límites de este derecho y la reforma en una de las fases de este proceso de concesión.
“Actualmente hay 350 patentes provenientes de investigaciones en universidades españolas”, ha afirmado el especialista, quien ha utilizado este dato para señalar cómo, con la reforma en la fase de examen de las concesiones, “en el futuro la cifra se desplomará notoriamente”. Según el ponente, el número de patentes que las instituciones públicas de un país son capaces de generar es un indicador de su I+D y, este cambio, “perjudicará al caso español, que descenderá en todos las clasificaciones de innovación”, ha sentenciado.
Finalmente, Penas ha puesto el foco en la escasez de información sobre la situación legal de las patentes y su importancia en industrias tan influyentes como la farmacéutica, así como en actos cotidianos como la compra de medicamentos. “Hay un producto para calmar el dolor que los médicos de atención primaria solo están capacitados para recetarlo en dos usos terapéuticos, cuya patente ya ha caducado, mientras que el tercer uso terapéutico está restringido”, ha ejemplificado como conclusión.
Crédito fotografía: Esteban Cobo | UIMP 2018