La movilidad internacional durante la carrera universitaria eje central del Aula Ortega y Gasset

Santander.- La vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de Cantabria (UC), Teresa Susinos, ha participado en la XVII Aula de Verano ‘Ortega y Gasset’ con una reflexión sobre ¿Quieres saber por qué Erasmus te cambiará la vida? en la que también han intervenido alumnos de la UC para contar, de primera mano, su experiencia internacional.

Susinos ha animado a los alumnos con mejor expediente de España a que realicen una movilidad internacional durante su etapa universitaria, ya que, a su parecer “estudiar en otro país cambiará sus vidas y les enriquecerá en muchos aspectos”. En este sentido, ha señalado algunos de los motivos para que los estudiantes se decidan, como por ejemplo “conocer otros lugares y culturas, perfeccionar un idioma extranjero, hacer amigos internacionales, en definitiva, vivir una experiencia académica y personal inolvidable”.

La vicerrectora de Internacionalización y Cooperación ha explicado que en la UC se ofrecen tres tipos de movilidad y que la más extendida es Erasmus+, un programa que “este año celebra su treinta aniversario y que consiste en realizar intercambios entre universidades europeas”. También ha destacado que España, junto con Italia, son los países más activos, tanto en enviar, como en recibir alumnos. Por otro lado, los Convenios Bilaterales “son aquellos que se producen fuera de Europa” y ha mencionado que “la UC es la tercera universidad de España en mandar estudiantes a EE.UU.”. Por último, el programa SICÚE (Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios Españoles), ha explicado que “posibilita ser estudiante de intercambio en universidades españolas de otra comunidad autónoma”.

Para finalizar, Susinos ha defendido que la experiencia Erasmus “proporciona un valor añadido esencial para el currículum profesional y el mercado laboral”. Así, se ha referido al Estudio de Impacto Erasmus 2014, en el que se reflejaba que “el 85% de los estudiantes Erasmus lo hacen con la esperanza de encontrar empleo”. También ha indicado que “los estudiantes que eligen esta opción, tienen más éxito en la búsqueda de empleo”.

La experiencia Erasmus en primera persona

En el mismo encuentro, cuatro estudiantes de la UC han compartido su experiencia personal sobre su movilidad durante su etapa universitaria con los alumnos del Aula Ortega. Para Carla Cagigas, estudiante de cuarto curso de Magisterio Infantil y que realizó un intercambio en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (EE.UU.) ha sido “la mejor experiencia de su vida”. La estudiante ha explicado que “el sistema educativo es muy distinto del español”, y que algo que llamó su atención es que allí “gran parte del aprendizaje se basa en clases prácticas y todo el mundo tiende a participar en las aulas”, algo que no sucede tanto en España, donde “parece que nos da vergüenza tomar parte en el transcurso de las clases”.

Noelia Muñoz, también estudiante de Magisterio Infantil, ha recordado que antes de partir rumbo a Lovaina (Bélgica), tenía “un montón de inseguridades y miedos”, pero que una vez allí, los lugares que conoció, las experiencias vividas y la cantidad de gente que conoció le hicieron olvidarse de ellos. Para evitar los miedos anteriores a comenzar la aventura, lo mejor para el estudiante de Derecho, Juan Fernández, es “preguntar a aquellos que hayan vivido la misma experiencia”. De su paso por Timisoara (Rumanía) se queda con “la multiculturalidad” y el crecimiento personal que supuso, y es que, entre otras cosas, la experiencia Erasmus le ha servido “para aprender a administrar el dinero”.

Por último, el graduado en Ingeniería Civil Moisés Álvarez, que actualmente cursa un máster en Francia, ha recordado su año académico durante la carrera en la Universidad de Princeton. A su parecer, “lo más importante es que sales de la zona de confort” y algunas de las cosas que ha destacado de su paso por allí es que aunque en España se da mucha importancia a los exámenes teóricos, en EE.UU. prima lo práctico. Así ha señalado que “una sola asignatura requería de 30 horas de clases prácticas de trabajo”.

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano