Santander.- El legado de un fotógrafo no son solo sus imágenes imperecederas. Hay memoria más allá del instante que capturan y el momento que contienen. El que fuera fotógrafo oficial de los Cursos Avanzados de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de 1983 a 1989, Juantxu Rodríguez, dejó mucho más que su trabajo y la memoria histórica que contiene.
Personajes como Borges, Rafael Alberti, Nuria Espert o Adolofo Suaréz y Santiago Carrillo, pasaron por la UIMP y se quedaron gracias a las fotos de Juantxu Rodríguez que ha sido recordado por Javier e Iñaki Rodríguez, la representante legal de la familia, Elisa Pavón, y el rector de la UIMP, Emilio Lora-Tamayo, cuando falta un año para que se cumplan treinta años de su fallecimiento, con motivo de la donación del archivo completo de la obra gráfica que realizó como fotógrafo oficial de los Cursos Avanzados de la UIMP y, además, “material inédito”.
Este último reúne negativos y contactos fotográficos de su proyecto personal Españoles en Estados Unidos, llevado a cabo durante 1988 con una beca de la propia UIMP, prácticamente durante el último año de su vida. En él se encuentran fotografías de investigadores, artistas, profesores o incluso un pelotari en la américa de hace 30 años. Un trabajo que nunca llegó a terminar porque fue asesinado en diciembre de 1989 en Panamá durante la invasión norteamericana.
Como ha rememorado Javier Rodríguez, el material de EEUU está documentado y editado por él mismo, una “edición de autor que no está manipulada por nadie más”. Por su parte, la representante legal de la familia ha señalado que es un trabajo que él revelaba, compactaba y editaba en EEUU durante el viaje. “Todo eso revela – a su juicio- cómo se trabajaba hace 30 años, que no es como ahora que se tiran 30 fotos por segundo”.
Durante su paso por la UIMP Juantxu Rodríguez captó momentos históricos que hoy se pueden rememorar gracias a sus fotografías. En los años 80, cuando el digital aún no era una realidad, los negativos se positivaban en una buhardilla del Palacio de la Magdalena donde algunos le recuerdan entre los olores de los ácidos y químicos.
Los fotógrafos, en aquel momento, de El País, Pablo Hojas, y de EFE, Esteban Cobo, ambos compañeros de Rodríguez durante su paso por la Universidad, recuerdan cómo impulsó un nuevo tipo de fotografía institucional, que sacó de las aulas a los ponentes y profesores para retratarlos más allá de su faceta profesional y académica. Algo en lo que fue pionero y que tanto Hojas como Cobo han compartido y comparten en su labor a cargo de la fotografía de la UIMP. Así, Rodríguez dejó imágenes para la posteridad y una forma innovadora de trabajar la fotografía en la que fue su casa y a la que vuelve su trabajo casi 30 años después porque –ha señalado Javier Rodríguez- “su sitio natural es la UIMP”.
Hojas de contacto, fotografías, negativos de este autodidacta, que se hizo a sí mismo como fotógrafo en el marco de la UIMP, que en total suponen una incorporación de “más de 3000 negativos con sus respectivos contactos y copias” al archivo histórico de la UIMP, ha señalado su hermano. Dicho material supone una “oportunidad” de poner en valor “no solo la obra de Juantxu, sino el valor de los fondos históricos de la UIMP”, ha indicado el rector junto a la familia, así como la intención de preparar una exposición con motivo de las tres décadas que se cumplirán el próximo año del fallecimiento del fotógrafo.
Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018
