Santander, 26 de julio 2022.- La economía de impacto ha llegado a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de la mano de Cofides; MAPFRE; Observatorio del emprendimiento (RED GEM España) y Centro Yunus Cantabria (YSBC) con el curso El camino hacia la economía de impacto: Inversión y medición que este martes ha inaugurado su jornada de tres días en las Caballerizas Reales de Santander, donde se debatirá sobre este nueva forma de enfoque económico, que busca el beneficio del conjunto de la sociedad centrándose en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Durante los días 26, 27 y 28 de julio, diferentes actores y empresas tanto públicas como privadas compartirán este espacio en la UIMP para hablar sobre este concepto que intenta ir más allá de la rentabilidad económica y tratar de generar una huella positiva en el ámbito medioambiental y social.
En la inauguración han estado presentes Francisco Matorras Weinig, vicerrector del Campus de las Llamas y Coordinación de los Centros Docentes y de Investigación de la UIMP; Eugenia Gómez de Diego, consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria; Daniel Portilla, concejal de Empleo, Emprendimiento y Desarrollo Empresarial del Ayuntamiento de Santander; Ana Fernández Laviada, directora YSBC Cantabria y directora del curso; José Luis Curbelo, presidente Cofides y Gregorio Herguín, jefe de Alianzas de Mapfre.
Para, Eugenia Gómez, “entre los objetivos del curso está el de dar a conocer la economía de impacto para que a través de ella España alcance un desarrollo sostenible que integre las dimensiones social y medioambiental en la toma de decisiones económicas y empresariales”.
“En estos momentos es muy oportuno hablar del impacto de la actividad económica y empresarial”, ha expresado la consejera: “La pregunta es, ¿debe ser la obtención del máximo beneficio económico para los accionistas el único fin de las empresas? Desde luego si me preguntan a mi la respuesta es no”, afirma y remarcar que “este tipo de doctrina económica ultraliberal es un fiasco”.
Por su parte, el jefe de alianzas de Mapfre ha explicado que “avanzamos hacia un nuevo paradigma mundial y empresarial marcado por un entorno de constante cambio e incertidumbre”, marcado por la crisis sanitaria provocada por la covid-19 que “ha puesto de manifiesto la magnitud y las consecuencias de los grandes cambios y de los retos globales a los que nos vamos a enfrentar como sociedad”. Una circunstancia que nos ha llevado a la necesidad de “avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible, más justo, más inclusivo y que conjugue personas y planeta”.
Asimismo, ha indicado que si queremos alcanzar esos ODS no solo hay que implicar al sector público sino que tanto el sector privado como el conjunto de la sociedad española “tenemos que alinear los intereses de los gobiernos y la filantropía con los intereses de los consumidores, con los inversores, las empresas, las organizaciones sin ánimo de lucro, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas”. “Ahora más que nunca tenemos la oportunidad y la obligación de impulsar una visión transformadora de la economía y del papel de la empresa en España”, ha añadido.
El directivo de Cofides ha añadido además que “ninguno de nosotros individualmente tenemos ninguna capacidad de intervención relativamente importante, sino que solo podremos conseguir lo que pretendemos si nos rodeamos de un elenco importante de actores, que aunando fuerzas rememos más o menos en la misma dirección”.
Medición del impacto
La medición del impacto es otro concepto fundamental dentro de este camino hacia la economía de impacto. Es por ello que el presidente de Cofides, ha indicado que tanto la medición ex, ante como ex post son importantes ya que van a permitir que esas “disensiones” entre empresas y sectores empresariales tengan “un espacio fértil para aunar determinadas visiones.”
Además, la consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria ha destacado durante su intervención, que otra pieza clave para llevar a cabo este cambio de paradigma económico es cuidar la empatía: “Debe estar en el centro de nuestra acción”.