Santander.- La mesa redonda integrada en el encuentro Food Think Tank. Calidad y seguridad alimentaria, un desafío global, que se desarrolla esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha puesto el foco sobre la necesidad de divulgar los avances e innovación en la producción de alimentos. Montaña Cámara, profesora titular de Bromatología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y vicerrectora de Extensión Universitaria y de Enseñanzas del Español y otras Lenguas de la UIMP, junto a Soledad de Juan, gerente de la Fundación Antama, han analizado los motivos del desconocimiento generalizado del sector primario y cómo la principal solución es la comunicación veraz y rigurosa de la realidad del sector agroalimentario.
“Hay una percepción muy distorsionada de todo lo que es el campo, la producción de alimentos y la alimentación”, ha arrancado De Juan, quien ha afirmado que este fenómeno se ha gestado incluso antes de entrar en juego las nuevas tecnologías en alimentos, de las que ha manifestado que “crean una preocupación generalizada”. En concreto, la experta ha culpado de esta ignorancia a la idealización con que la publicidad vende sus productos y al abandono del mundo rural, que diluye por momentos su densidad de población.
Respecto a la opinión que los ciudadanos tienen sobre la industria alimentaria, Cámara ha completado a su compañera estableciendo que, como contraste, “hay un interés creciente de la sociedad por los temas de salud y medicina”. Sin embargo, la profesora ha puntualizado que tal predisposición "no se corresponde con el interés de informarse adecuadamente, ni con la asunción de las responsabilidades que conlleva".
Asimismo, la especialista ha destacado que las elecciones dietéticas y de salud individuales repercuten directamente en la salud pública. Por lo que ha pedido a los consumidores que reflexionen sobre sus decisiones: “Por qué las toman, lo que suponen y qué repercusiones tienen”.
Las expertas han coincidido en que el sector agroalimentario ha de incidir en la comunicación, la transparencia y publicidad de su realidad para paliar esta situación de desinformación. “Desde el sector hemos de ser proactivos, ofrecer información de manera accesible y asequible”, ha acuñado De Juan, quien también ha mostrado su consciencia sobre el nuevo entorno de comunicación global, en donde las redes sociales y los medios de comunicación dan voz a todo tipo de opiniones. Además, la especialista ha asumido su responsabilidad para divulgar la innovación en este campo y la seguridad con la que se trabaja. Por otro lado, la ponente ha puntualizado cómo también ha de ser el sector quien “responda para que el consumidor vea la transparencia y la trazabilidad que existe”.
Como conclusión, las ponentes han plasmado cómo en esta revolución de la comunicación en la industria agroalimentaria el sector no se encuentra aislado. Los avances que están llevándose a cabo para lograr que la población esté informada sobre la industria se observan también desde las instituciones. “Tanto las unidades de cultura científica en las universidades, como los centros de investigación, los profesores e investigadores tienen el deber moral de proyectar y transferir ese conocimiento a la sociedad”, ha sentenciado Cámara, quien ha recordado que, como consumidores, “todos hemos de ser conscientes de que no existen los milagros y que hay que educar desde la práctica, tomar decisiones consecuentes y responsables con toda la información”.
Créditos fotografías: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018