Santander, 9 de agosto de 2022.- “El microrrelato no es un invento de ahora”, ha señalado José María Merino, ensayista gallego, poeta y Premio Nacional de las Letras 2021, en una rueda de prensa que ha tenido lugar este martes en el Palacio de la Magdalena de Santander, y en la que ha presentado el curso que dirige, De la ficción literaria, teoría y práctica: El microrrelato.
Esta cita académica se encuentra dentro de la programación de Cursos de Verano 2022 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y pretende aproximarse a la narrativa breve del microcuento o microrrelato a través del estudio de la narrativa literaria en sus diversos aspectos, elementos y contenidos. También busca analizar las diferentes estructuras que la ficción ha ido adoptando desde su aparición.
El ensayista y miembro de la Real Academia Española ha explicado que el microrrelato es un género de poca extensión del que “hay quien piensa que puede llegar al folio y medio”. Sin embargo, calcula que debe ocupar menos ya que “más de un folio es demasiado para un minicuento”.
Merino ha asegurado que el microrrelato no es “un invento de ahora”, sino que se remonta a obras como las Fábulas de Esopo o Calila y Dimna, una colección de relatos traducida en la época de Alfonso X El Sabio al castellano.
“El minicuento de ahora quizás tiene una intención más elíptica, más de decir mucho con poco, pero sigue siendo el cuento cortísimo que siempre ha existido”, ha apuntado el escritor.
Inmediatez
A día de hoy, “utilizamos menos tiempo para expresar las cosas, para comunicarnos”, ha comentado el escritor antes de achacar esa rapidez a “la del mundo en el que vivimos”.
El poeta y ensayista ha afirmado que “puede que [las redes sociales] tengan algo que ver” en el desarrollo de estos relatos cortos, y ha manifestado su deseo por que “permitan llevar consigo el gusto por la literatura y por la expresión literaria”. No obstante, ha insistido en que “todo depende más bien de la perspectiva literaria que de la cibernética”.
“Pensé que las nuevas tecnologías iban a ser profundamente dañinas para la literatura, pero parece que, por ahora, no es así”, ha reconocido el Premio Nacional de las Letras 2021.
Merino ha señalado que, a pesar de la inmediatez, se siguen escribiendo novelas enormes y, por tanto, no cree “que una cosa excluya a la otra”. Además, ha expresado que le gustaría que en las redes sociales hubiera “más entrada de minicuentos”.
Jóvenes
El ensayista y poeta ha mostrado su preocupación durante la rueda de prensa por que la gente joven no lea ya que lo considera un “tema peligroso”: “Los jóvenes deben ser estimulados a la lectura en la familia para empezar y luego por un sistema educativo bien ordenado que los enseñe a leer”.
En esta línea, ha reclamado que “los cuentos tienen que entrar en el sistema educativo con naturalidad y tienen que estar ahí porque la gente aprende literatura leyendo”. En su opinión, la lectura se debe ver como una “obligación divertida”, y esto ocurre a través de “buenos cuentos”.
“¿Qué le gusta a los más jóvenes?, ¿el terror, lo fantástico? Hay cuentos de todo”, ha asegurado Merino, quien ha reiterado la idea de que hay que mostrar a las nuevas generaciones que “la literatura abarca todos los ámbitos y espacios”: “A ver si conseguimos estimular el gusto por la lectura”.
Asimismo, el narrador y poeta cree que “se siguen escribiendo buenos textos y que sigue habiendo buena literatura”, y además, ha señalado: “sigue existiendo gente que lee”.
Extensión
“Yo siempre digo que la extensión tiene que ser inversamente proporcional a la intensidad”, ha afirmado José María Merino. Y es que el ensayista ha asegurado que “la intensidad es fundamental en los cuentos” ya que se concentran los efectos narrativos: “La gracia del cuento es que en poco diga mucho y lo diga intensamente”.
Merino ha comparado las novelas y los cuentos, señalando “la extensión” como una de las características que diferencian a sendas narrativas: “Lo decía Edgar Allan Poe, un cuento es algo que se lee del tirón, como una película, algo que lees en una hora y media; si necesitas más tiempo, si tienes que cerrar el libro para seguir al día siguiente, no es un cuento”.
“Seguramente en esa extensión más breve tienes que jugar de una manera diferente con el panorama de conductas, con los personajes…”, ha apuntado el narrador: “Lo bueno de la novela es que ahí puedes meter de todo, por eso a todas ellas, incluso a las mejores, les sobra algo”.
En cuanto al cuento, José María Merino, ha explicado que tiene que despertar interés al tiempo que debe resolverse en poco espacio, es decir, “quien lee un cuento tiene que llegar al final porque sino el fracaso es total”: “Tiene que ser escueto, controlar muy bien su extensión y controlar muy bien el desarrollo emocional en el lector. Por el contrario, la novela, aunque tiene “sus exigencias, a veces pueden sobrar cosas y no pasa nada”: “La gente que lo lee lo autoriza, lo acepta”, ha matizado.
Sobre el curso
Merino ha manifestado su satisfacción con el curso que dirige estos días en la UIMP y que ha llegado a reunir en el Palacio de la Magdalena a más de 70 participantes.
