Santander.- El catedrático de literatura española en Darmouth College (Estados Unidos), José Manuel del Pino, ha presentado su novela El impacto de la metrópolis: la experiencia americana en Lorca, Dalí y Buñuel a los alumnos del Curso de Lengua Española, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En su conferencia, el autor ha establecido la influencia que ejercieron los Estados Unidos en la vida y obra de estos artistas.
El especialista en vanguardias históricas ha comenzado su intervención desintegrando el esqueleto en que se sostiene su novela: es la recopilación de 13 ensayos, redactados en base a las ponencias de un congreso celebrado en New Hampshire en 2015, donde expertos trataron la simbiosis entre los intelectuales españoles del primer tercio del siglo XX con las grandes urbes.
Del Pino ha expuesto cómo el Nueva York de 1930, “años de prohibición y de crisis económica, se alza como el único refugio para la intolerancia inquisitorial protestante que impera en el resto del país”. Así, ha justificado que “esta metrópoli se convertía en el emblema de una nueva civilización”, cuyo magnetismo hizo cruzar el océano a figuras españolas como Dalí, Buñuel o Lorca.
El primero de los tres artistas en llegar a América fue Lorca, quien pasó en la ciudad americana nueve meses; más tarde, Buñuel viaja a Hollywood donde se estableció por cuatro meses y, por último, Dalí, quien estuvo junto a Gala dos meses. El experto ha ofrecido las opiniones que cada uno de ellos dejó por escrito sobre la ciudad, y que, en la actualidad, nutren a los analistas para comprender el impacto que supusieron sus viajes en sus imaginarios.
“Lorca realiza una valoración ambivalente de su estancia”, ha subrayado Del Pino. Según el catedrático, por un lado, el poeta afirmaba en las primeras cartas que envió a sus familiares andaluces la angustia y el ritmo furioso de la ciudad, sobre los que afirmó “hacían perdonable el crimen y el bandidaje”. Sin embargo, más adelante, Lorca describe con entusiasmo cómo el ambiente cultural y el paisaje neoyorquino le parecieron “trepidantes y enloquecedores”.
Para Buñuel, su primera toma de contacto con el continente supone una “decepción”, ha reflejado Del Pino, quien ha apuntado cómo el cineasta “adoraba América antes de conocerla”. Buñuel había viajado anteriormente a París, donde la corriente surrealista había calado profundamente en él, por lo que las escenas americanas no lograban suscitarle el interés suficiente. La industria cinematográfica hollywoodiense “aburría” al creador.
Por su parte, Dalí fue quien más aprovechó su estancia en la metrópoli. Para Del Pino, el pintor “fascinó a América”, ya que su carta de presentación a la prensa de la época era rompedora y arriesgada: Le surrealisme c’est moi. De esta manera, el artista cautivó a galeristas y personajes de renombre, recibió la atención que buscaba en Nueva York, y según ha citado el ponente, la impresión del pintor sobre la ciudad es igualmente “poética”.
Créditos fotografía: Esteban Cobo | UIMP 2018