Santander.– El Secretario General de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), Jorge Sáinz, y el Secretario General de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Álvaro Gutiérrez, han inaugurado el encuentro Las tecnologías de la Información y la Comunicación en la Universidad del siglo XXI que se celebra hoy y mañana en la UIMP. En el acto también han participado el director del encuentro, el investigador postdoctoral de la Universidad de Oxford Diego Rubio, y la secretaria del curso, la profesora de Física Aplicada de la Universidad de León María Fernández.
El director del encuentro, a modo de panorámica, se ha retrotraído a los orígenes de la universidad a finales de la Edad Media: "En el año 1499 un orfebre alemán desarrolló un dispositivo de prensa revolucionario, el libro, que permitía consumir, compartir y almacenar información como nunca antes se había soñado". De esta manera, esta gran revolución no tardó en extenderse por todas las universidades de Occidente. A su juicio, si se analiza este hecho, podremos darnos cuenta de que "el libro fue la primera tecnología que afectó a la educación universitaria, y lo más interesante es que la forma en la que lo hizo se ha ido repitiendo después año tras año".
Así, ha añadido que "esta misma dinámica transformacional se ha ido reproduciendo después década tras década", y es que "a lo largo de la historia se han ido produciendo multitud de avances tecnológicos que sin duda han transformado la universidad pero sin llegar a provocar esa disrupción educativa que nos venían vaticinando". En este momento, es posible que nos encontremos en "los albores de la Cuarta Revolución Industrial" o, lo que es lo mismo, "una nueva era tecnológica que impulsada por acciones como la inteligencia artificial o el Big Data, va a revolucionar completamente nuestras vidas".
En su opinión, "lo que está por ver es de qué forma va a incidir esta revolución tecnológica en la universidad del siglo XXI". En este contexto, el investigador ha dado algunos datos: "Actualmente hay más de 17 millones de personas cursando un MOOC o titulación no presencial, y en concreto en EEUU nueve de cada diez estudiantes utilizan smartphones para estudiar". Así, ha señalado algunos de los avances tecnológicos que universidades extranjeras, como en Edimburgo o Zúrich han implementado en sus aulas. Sin embargo, según ha explicado, "la situación de la universidad española respecto a este asunto ocupa una posición digna, aunque mejorable". Para Rubio, "se han hecho grandes progresos en la última década, pero queda mucho trabajo por delante".
El director del curso ha destacado que "las TIC no solo están cambiando la manera en la que investigamos y damos clase, también está cambiando la forma en la que gestionamos nuestras universidades". A continuación ha hecho referencia a la situación española. Para él, "el nivel de competencia en las TIC de los alumnos sigue siendo muy deficiente". La falta de innovación TIC en los centros, según ha explicado, se hace patente en que "ninguna universidad española aparece en el top 50 de las universidades de Europa más innovadoras que elabora Reuters". Para Rubio, "lo que no tenemos que perder de vista es que el uso de pizarras virtuales o portales virtuales son el pasado o como mucho el presente de las TIC en la educación, pero no el futuro, que va muy por delante de eso".
Por su parte, el Secretario General de Universidades del MECD ha recordado cómo fueron sus años en la universidad, comparándolos con los grandes avances tecnológicos de los que disponen los universitarios hoy. Así, ha llegado a la conclusión de que "se ha generado una situación que ha cambiado mucho el sistema de educación".
Él mismo ha relatado cómo a la hora de preparar su intervención se ha servido de distintos papers disponibles en Google Schoolar, de los que ha extraído algunas ideas. Por un lado ha comentado que "para los millenials el planteamiento es que si se puede hacer online se hace online, porque escribir es para viejos". Así, ha añadido que "son precisamente los millenials los que han cambiado el concepto de cómo se hace la educación, sin ir más lejos, en 2014 el 82% de los estudiantes ya tenía algún dispositivo para trabajar online".
Otra idea que ha comentado es que "todo el planteamiento online reduce la capacidad de concentración de las personas, y esto hace que haya que cambiar la forma de impartir las clases". Así, ha explicado que "antiguamente los estudiantes estábamos acostumbrados a entrar en el aula y que el profesor nos soltase una hora de cosas en la pizarra, y ahora se necesita una nueva fórmula de explicar este tipo de educación".
Por otro lado ha señalado que "existe un planteamiento adicional, la gestión universitaria" que, a su juicio, "también ha cambiado, y ha hecho que tengamos una universidad que por primera vez está compitiendo para ganar alumnos". Este hecho ha explicado que tiene que ver con que la población entre 18 y 24 años vaya en descenso y, por tanto, sean menos los jóvenes que se matriculen. Por ello, no nos asustamos cuando las universidades públicas se anuncian, y es que "quieren los mejores alumnos, porque cuanto mejores sean sus alumnos, mejor reputación van a tener".
Por último ha indicado que "uno de los problemas de las universidades españolas es que no han sabido integrar las nuevas comunicaciones", y ha puesto como ejemplo el área de la gestión online. Así, ha señalado que "ante el estado en el que se encuentra la universidad española, hay que mirar hacia delante, pero hay que saber de dónde se viene".
Fotografía: UIMP | Esteban Cobo