Santander.- “Un artista nace. Es un don, algo que te supera y con lo que naces. Pero también se hace, porque hay que trabajar en ello todos los días”, ha explicado el fotógrafo y autor de fotolibros Javier Viver, quien, además, dirige el Taller Maqueta Fotolibro, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El artista ha insistido en que “si no trabajas todo los días, dejas muerto un don maravilloso”, en referencia, en este caso, al arte.
En cuanto al curso, Viver ha detallado que la labor de los alumnos es hacer un libro partiendo de un archivo fotográfico propio. Algunos tienen miles de fotografías, otros ya tienen una selección para incluir en el proyecto. A las personas que ya tienen la idea maquetada para realizar el trabajo, Viver les ayuda para mejorar algunas incoherencias o para potenciar la historia.
Para el director del taller, “la parte más difícil del proceso es la idea original. Saber qué historia se quiere contar” y, cuando se tiene, todo va más rápido. En relación a esto, ha matizado que “cada persona avanza desde un punto distinto” aunque todos parten de la idea de querer contar una historia y publicarla en un libro. Respecto a esto, ha puesto el foco en el “esfuerzo titánico” que supone hacerlo en una semana, cuando normalmente lleva varios años llevarlo a cabo.
El fotolibro, ha descrito Viver, es “parecido a una película”, en el que se ponen unas fotografías en relación con otras, creando un contexto. Este proyecto, matiza el fotógrafo, permite, a través de una secuencia fotográfica, contar una historia en la que van sucediendo cosas: “Tiene mucha riqueza y permite conectar muchísimo con el espectador”.
Asimismo, ha señalado que la actitud de los alumnos “está siendo muy buena porque están descubriendo cómo enfocar los proyectos”. En concreto, ha destacado dos trabajos “maravillosos” y que, según él, pueden, incluso, ganar premios si se desarrollan adecuadamente. El primero de ellos es sobre la historia del galgo y su relación con los hombres: “Es un proyecto precioso y tiene una humanidad alucinante”, ha matizado el artista. En el segundo se trata una historia cinematográfica de amor -una ruptura- relacionándola con las placas tectónicas del paisaje islandés.
Por otro lado, el director del taller ha profundizado en la fotografía, defendiendo que una buena imagen “depende del contexto”. Desde su punto de vista, cada género fotográfico requiere una foto concreta dependiendo si es documental, científica, de ficción, artística o periodística.
Viver, quien ha conseguido exponer algunas de sus obras en el Museo Nacional Reina Sofía (Madrid) y en el Queens Museum of Arts (Nueva York), entre otros, ha mostrado su satisfacción por dichos logros: “Todo artista tiene esa vocación social de comunicar lo que hace. Es una maravilla poderlo mostrar y que la gente lo aprecie”. Además, ha señalado que “las redes sociales permiten que ahora mucha gente te cuente sus implicaciones personales y qué es lo que le ha supuesto el libro que ha leído”.
Trayectoria profesional
En la actualidad, Viver está preparando un fotolibro –que probablemente serán varios- sobre “experiencias cercanas a la muerte”. Para él, este tema es “un mundo absolutamente fascinante” ya que “existen muchas evidencias de que sucedan desde un punto de vista científico”. Viver considera que hay dudas sobre el sistema que hemos admitido como paradigma: el materialismo de la ciencia. “Hay muchísimas evidencias de que este modelo no explica la realidad. Probablemente sea necesario otro modelo, fundado en la física cuántica, que explique otras dimensiones que no conocemos”, ha matizado el artista.
Fotografías: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018