Hernández Monsalve: “La literatura se puede utilizar como instrumento en la psicoterapia”

Santander.- “Una menuda figura apareció ante mis ojos, la figura de un hombre o de una mujer que me dijo: Me llamo Brown. Atrápame si puedes”. Con esta referencia inició Virginia Woolf una conferencia sobre Literatura Moderna en Cambridge y así es como ha comenzado el psiquiatra Mariano Hernández Monsalve su reflexión Biografía, Clínica y Creación Literaria en Virginia Woolf dentro del seminario ¿Una maldición que salva? Escritoras y Locura que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

El especialista en psiquiatría, que ha realizado estudios en psicoterapia narrativa, defiende que “la literatura se puede utilizar como instrumento en psicoterapia”, como en el caso de la escritora británica a la que “la literatura le ayudó mucho en su locura”. Y es que, para entender la biografía y producción literaria de Woolf, ha de estudiarse también su interés clínico, y por ello, el profesor ha indicado que “desde el punto de vista psicopatológico los escritos de Woolf dejan patente ciertos traumas en su infancia”.

Estas heridas, tal y como ha enunciado, fueron tres: “Abusos sexuales de sus hermanastros cuando ella apenas tenía siete años, un padre tirano y la muerte”. Para él, este último es el más importante de todos, y vino marcado por la muerte de su madre cuando ella tenía trece años y a quién Woolf se refería como “el ángel de la casa con el que no había estado más de cinco minutos seguidos”. 

Hernández Monsalve también ha explicado que Woolf “mostraba una ruptura con la narrativa tradicional” y que “a diferencia de los novelistas anticuados, que trataban la mente como una cosa estática, ella la concebía como algo muy errático y poco fiable”.

Por último, el profesor ha indicado que “deberíamos replantearnos el uso del término ‘locura’, ya que desde el punto de vista literario y clínico, tiene connotaciones distintas”. Así, ha matizado que en términos clínicos, si se habla de locura, puede hacer referencia a la “psicosis” traducida como un colapso del self, es decir, “la parte del yo que se encarga de la producción de significados”.

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano