Haizam Amirah asegura que la principal amenaza no es el terrorismo, sino la desesperanza de los ciudadanos sirios

Santander. – Los dilemas de Europa ante la desintegración del sur mediterráneo y la crisis de los refugiados han vuelto a ser objeto de debate en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Haizam Amirah Fernández, investigador en el Real Instituto Elcano ha participado en el encuentro Quo Vadis Europa IV? Europa entre la integración y la desintegración, en donde ha dado respuesta a las causas de los conflictos internos de los veintidós países que conforman la Liga Árabe.

Así, ha explicado que la desintegración de estos países viene "a partir del momento que se rompe el contrato tácito pactado entre Europa y los regímenes del norte de África y de Oriente Medio". Un acuerdo a partir del cual, estos estados mantenían la estabilidad social y política en el interior y exterior a través de dictaduras. A cambio, la Unión Europea (UE) les ofrecía apoyo político, económico e institucional, según ha afirmado el investigador. Sin embargo, Amirah ha destacado que la desintegración ha llegado acompañada de una "frustración social" de muchos de los países que forman la Liga Árabe, al no cubrir las necesidades sociales y políticas del bienestar de los ciudadanos. Además, ha subrayado que estas sociedades han empezado a ser conscientes de que "sus países tienen muchos recursos, pero el dinero no se está usando para el beneficio de los ciudadanos". Un ejemplo de ello es Arabia Saudí, "uno de los mayores productores del petróleo crudo, pero sin gente que genere ingresos tras las arcas del estado". Ahora, ha destacado Amirah, "los árabes se están incorporando a una nueva ola de democratización" y mientras que los movimientos sociales transmiten sentimientos de "euforia", en Europa se genera "incertidumbre" por el futuro político de los países vecinos.

Siria, uno de los países en el punto de mira de medio mundo, es una perfecta manifestación de la "desilusión y desesperanza profunda". Lo que ocurre en esta nación, ha destacado, es "una hecatombe causada por una suma de decisiones cuyas consecuencias ya estaban avisadas". En estos momentos, Siria está viviendo un completo "caos", fruto de "la inestabilidad política y social, de las crecientes frustraciones internas, así como de la falta de perspectivas". Por eso, a su juicio, "el autoproclamado Estado Islámico (DAESH) es una manifestación de muchas frustraciones, del caos y de la falta de oportunidades de los ciudadanos". Así, y en relación con el terrorismo, el investigador ha asegurado que "este tipo de ataques organizados no son la principal amenaza que tenemos en Europa, sino la desesperanza de los ciudadanos sirios que trae consigo los problemas de verdad y empuja a los refugiados a huir para salvar sus vidas y dar la oportunidad de un futuro a sus hijos".

Como respuesta al conflicto de Siria y a la crisis de los refugiados, Europa "ha estado mirando a ver si todo se arregla solo". "Además de no querer hacer nada, no queremos que nos lleguen los refugiados y la falta de actuación es una forma de política inmovilista". Con esto, ha concluido que "o hay más desarrollo y libertad o se creará más frustración y caos".

FOTOGRAFÍA: Esteban Cobo | UIMP