Madrid, 22 deabril de 2020.- Científica de reconocido prestigio, Teresa Rodrigo fue catedrática de Física atómica en la Universidad de Cantabria y directora del Instituto de Física de Cantabria.
Defensora incansable del papel clave de las mujeres en la ciencia, en 2017 recibió, en el marco de los cursos de verano en el Palacio de La Magdalena, el premio Julio Peláez a Mujeres Pioneras, concedido por la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno. En 2018 fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, año en que también participó en el Aula de Verano Ortega y Gasset.
Su lucha contra la enfermedad que la aquejaba desde hace años fue titánica, pero en todo momento mantuvo su labor docente e investigadora. El pasado verano, ya gravemente enferma, no pudo asistir a la escuela que dirigía en nuestra universidad, sin embargo, estuvo atenta a cada detalle y participó en la organización activamente.
Nos conmovió la ilusión con la que acogió la concesión del Doctorado honoris causa a Donna Strickland, a cuya ceremonia de investidura, desgraciadamente, no pudo asistir.
Era encomiable su inmensa calidad humana, su amabilidad, su sencillez y su entusiasmo frente a cualquier proyecto. Una gran científica y una extraordinaria persona.
La Física mundial sentirá un vacío irremplazable y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo se suma a la tristeza por su ausencia. Su recuerdo y su legado científico permanecerán siempre en la memoria de todos aquellos que nos honramos con sus logros.