Especialista en calidad y seguridad alimentaria desmitifica algunos hábitos saludables en la UIMP

Santander.- Mitos sobre hábitos saludables hay muchos, desde las bondades de los zumos detox o la necesidad imperiosa de beber dos litros de agua al día. La especialista en calidad y seguridad alimentaria y farmacéutica Gemma del Caño ha desmitificado algunas de las creencias más extendidas, pero carentes de evidencia científica, en el Curso de Formación del Profesorado Neuromotricidad y aprendizaje de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Durante su ponencia Hábitos sin mitos. El conocimiento saludable, la experta, que trabaja para la industria alimentaria o “el imperio”, ha explicado que los hábitos saludables no son solo alimenticios. “Cualquier tipo de desequilibrio en el bienestar social, físico y mental nos hace enfermar”, por ello recomienda “adoptar estilos de vida saludables” que engloben estos aspectos. Y es que “una vez que los buenos hábitos se establecen son tan difíciles de eliminar como los malos”, ha subrayado.

Tras dejar claro el punto de partida de su discurso, ha planteado la siguiente reflexión: “Algo estamos haciendo incorrectamente cuando la tasa de obesidad se ha duplicado en las últimas dos décadas o la obesidad infantil se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años en España, donde casi la mitad de los niños tienen sobrepeso u obesidad”. Y es que, a su juicio, el peligro es “cuando creemos que tenemos hábitos que son buenos y no lo son”.

Los beneficios de hacer cinco comidas al día, beber dos litros de agua o los zumos detox, entre otros, son cuanto menos cuestionables desde su punto de vista. “Hay un popurrí” entre hábitos saludables evidentes y verídicos con “cosas que son mentira” o “informaciones tergiversadas”. Respecto a las cinco comidas diarias, Del Caño ha insistido en que “no hay evidencia científica que sustente esa afirmación, no es necesario comer si no tienes hambre”.

En referencia al mantra de “los dos litros de agua al día”, la especialista ha dicho: “Come cuando tengas hambre y bebe cuando tengas sed”, porque hay “alimentos con alto contenido en agua como algunas frutas o verduras”. La famosa recomendación carece de base científica ya que entre la población general no existe deshidratación que justifique este dudoso hábito saludable.

Lo mismo sucede con el desayuno (“la comida más importante del día”) o los zumos (“lo mismo que tomar la pieza de fruta”): ambas son mitos. En el segundo caso es mejor consumir piezas de fruta porque la “fibra insoluble en el zumo desaparece” de forma que “el azúcar entra de golpe en nuestro cuerpo”.

Además, ha criticado la ingesta de complejos vitamínicos porque “la cantidad de vitaminas que necesitamos está perfectamente cubierta con una dieta normal”, con lo que salvo “enfermedad, dieta deficiente o prescripción médica no necesitamos tomar ningún suplemento”.

Para Del Caño no existen “superalimentos” porque “no hay ningún alimento insustituible”. Eso sí, los alimentos son “seguros pero no sanos” y es la responsabilidad del consumidor elegir los mejores para la salud. “No hay aditivos inseguros, todos se añaden en una cantidad segura. No son los aditivos ni los transgénicos, es el producto el que es sano o no”, ha destacado antes de recomendar “mirar correctamente la etiqueta”.

En su discurso ha recomendado que “la compra de comida no tiene que ser impulsiva” y que hay “opciones” pero no “alimentos milagrosos”. Por último, para contrastar las fake news en el sector agroalimentario, ha sugerido su contraste en la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), que ofrece “alertas sanitarias que son verdad”.

Por otro lado, ha señalado algunos de los mitos en los hábitos higiénicos, como cepillarse los dientes después de comer, cuando “hay que esperar media hora”, o que demasiado flúor es peligroso, cuando “la justa medida es necesaria para prevenir las caries”.

 

Fotografías: UIMP 2018| Esteban Cobo