Santander, 30 de julio de 2019-. El embajador de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Jesús Tortosa, ha participado esta mañana en el curso Jóvenes y cambio climático, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander del 29 al 31 de julio, en el que ha impartido una conferencia sobre La integración del cambio climático en la Agenda 2030.
El también director general de la Cámara de Comercio de Cantabria ha asegurado que “el mundo no se mueve en Wall Street, el mundo se mueve en la bolsa de carbono. “En Wall Street se mueve la inversión privada, de la empresa, la inversión mundial se mueve aquí. España paga cantidades ingentes de dinero por sanciones –nunca hemos cumplido los límites, siempre hemos emitido más- y justifica esas emisiones de más yendo al mercado de carbono y comprando toneladas de dióxido de carbono para producir en mi país”.
“Cuando llega una Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático no están hablando de medio ambiente, están hablando de economía. Cuando Naciones Unidas dice que hay que limitar en 2 ° C y al final es 1´5 no es porque sea imposible alcanzarlo, es porque hay mucho dinero en juego”, ha aseverado.
En esta línea, el embajador de ODS ha señalado que “el protocolo de Kioto es el que sienta las bases del modelo actual de desarrollo económico que tenemos, no para el modelo actual de reducción de emisiones”.” Se elabora en el 97 y lo que indica es que cada país tenía que trazar una serie de objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero hasta 2015. Un modelo que empieza ser injusto para algunos y rentable para otros”, ha explicado Jesús Tortosa quien también ha afirmado que “este protocolo marcó un antes y un después en el desarrollo económico de los países”.
“En 2015 se dieron cuenta de que si no se trabaja a nivel global, el problema iba a ser mucho más difícil de solucionar, es por eso que se crea la Agenda 2030 que obliga a nivel mundial a seguir una agenda de trabajo hasta el año 2030”, ha recordado el director general quien ha trasladado que “la Convención no persigue la eliminación del cambio climático, es una adaptación, intentar que el cambio climático siga su curso de forma natural pero no se condene a un siglo”. “Son políticas de Estado que generan un movimiento muy grande porque son presiones económicas”, ha insistido.
Tortosa ha aludido así al conflicto de la “injusticia climática” del que “se está hablando mucho hoy en día”. “Los países en vía de desarrollo se quejan porque dicen que no son los causantes del problema, quieren los mismos derechos de desarrollo y, además, son los países que más sufren las consecuencias del cambio climático”, ha apuntado el experto quien ha manifestado que “el modelo es totalmente insostenible” y “todo el mundo quiere un cambio, pero nadie quiere cambiar”.
Por su parte, el profesor Julio Lumbreras, que ha intervenido en el curso Jóvenes y cambio climático con la conferencia Las políticas de cambio climático, ha coincidido en que “las políticas de cambio climático solo serán eficientes si participamos todos”. Además, se ha referido a una nueva era, el Antropoceno, para lamentar que “desde la creación de la Tierra el ser humano solo lleva tres segundos de un día entero y está transformando el planeta”.
A su juicio, existen varios “desafíos globales” causados por este “dominio del ser humano sobre la Tierra” relacionados con el crecimiento de la población mundial, su envejecimiento, así como el cambio climático y que “impactan” sobre la necesidad de dotar a las personas de servicios básicos.
Ha mencionado, por ejemplo, que “hay un elevado riesgo de pandemias por la movilidad de las personas” y “se estima que en 2018 ha habido 100 millones de personas migrando por problemas de cambio climático”, ha matizado Lumbreras quien también ha criticado que “se ha roto el contrato social” por el que cuando hay crecimiento la riqueza se distribuye entre la población “con menos ingresos”.
El curso Jóvenes y cambio climático, que se clausura mañana, miércoles 31 de julio, tiene previsto realizar una lectura pública de la Declaración de la Magdalena por la Emergencia Climática.
Foto: Juanma Serrano (UIMP)
