Santander, 11 de julio de 2019.- El fiscal jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, Alejandro Luzón, ha reflexionado sobre “los deberes de colaboración entre las distintas instituciones nacionales implicadas en la persecución de este tipo de delitos”. Su intervención se enmarca en la primera jornada del encuentro Delitos y Administración Pública, coorganizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander y el Banco Santander.
El experto también ha considerado importante mejorar la colaboración entre las administraciones. En este sentido, ha asegurado que “las limitaciones en la colaboración vienen de las propias restricciones de medios de estos organismos”.
Luzón ha subrayado, además, que “algunos de estos organismos tienen pocos medios humanos como para poderlos compartir y designar a esos funcionarios labores de auxilio judicial”.
En concreto, se ha referido a instituciones claves para la persecución de la delincuencia económica como la Agencia Tributaria, el SEPBLAC, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Banco de España y el organismo centralizado de prevención del notariado, entre otros.
“Aunque estas instituciones no se dedican expresamente a perseguir delitos, sí cuentan con una información que, debidamente gestionada, tratada y compartida, puede ser de gran ayuda en la investigación de la delincuencia económica”, ha explicado Luzón.
Por otro lado, Luzón ha puntualizado que, en los últimos años, a nivel internacional se ha avanzado de forma significativa. “En el ámbito de la persecución de la delincuencia económica, es ya habitual, sino casi inevitable, la cooperación internacional, tanto en el ámbito de la Unión Europea como fuera de ella”, ha destacado el experto.
En la jornada de clausura de este encuentro, que tendrá lugar mañana día 12 de julio, el exfiscal General del Estado y actual magistrado del Tribunal Supremo, Julián Sánchez Melgar, hablará sobre Los comportamientos poco éticos. De las actividades prohibidas a los funcionarios, al tráfico de influencias.
Foto: Esteban Cobo (UIMP)