Santander, 1 de septiembre de 2021-. La VI edición de la Escuela de Medio Ambiente ‘Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno', de los Cursos de Verano de Santander centra su atención en el declive de la ganadería extensiva, las causas de su declive y las posibles medidas a tomar para revertirlo y convertir la actividad en una oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible en las zonas rurales.
Alberto Garrido, catedrático de Economía y Política Agraria en la Universidad Politécnica de Madrid, es el director del curso. Con la mirada puesta en un desarrollo sostenible de la actividad, Garrido valora las medidas más oportunas a tomar para revertir la situación actual.
El catedrático afirma que, de manera general, las medidas pasan por “revitalizar las zonas rurales” para atraer a los jóvenes, especialmente a los hijos de ganaderos. “El declive de las zonas rurales desestimula la transición de padres a hijos” señala Garrido, subrayando que “la vida en los pueblos no es tan interesante”.
De igual manera, Garrido ha indicado la importancia de la digitalización en los pueblos, que pasa por “la llegada de la señal de 4G y 5G”. Además, Garrido aboga por “valorizar el producto tradicional bovino y ovino”, complementando las opciones de “cerdo y pollo que encontramos en los supermercados”.
El catedrático pone en valor las ayudas que están recibiendo los jóvenes agricultores con la nueva Política Agrícola Común (PAC) como algo que “se está haciendo bien”. También ha señalado la “mejora de la estructura productiva o el apoyo veterinario” como aspectos a mejorar, subrayando que dificultades como estas desembocan en que “los propios padres estimulen a sus hijos a que abandonen la explotación”.
Las causas del declive
Al hablar de las causas del declive de este tipo de ganadería, Garrido ha destacado su aspecto social, señalando que “las personas ya no quieren dedicarse a ello”.
“Las condiciones de trabajo son duras, las zonas rurales se están despoblando, las familias no quieren vivir en el mundo rural…”, son algunas de las causas principales para Garrido, que coloca por encima de todas ellas “la dificultad del trabajo”, ya que “la ganadería es un trabajo de todos los días de la semana, todos los días del año”.
Por otro lado, Garrido ha indicado la existencia de “un sesgo negativo de origen urbano” relacionado con la ganadería, derivado la producción de carne o la emisión de gases de efecto invernadero, procedentes de animales como los rumiantes que componen principalmente la ganadería extensiva.
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