Promover y desarrollar un sistema de atención, protección, recuperación e inserción de las mujeres; perseguir de manera decidida el sistema prostitucional, especialmente el proxenetismo y la compra de seres humanos; y sancionar a quienes que compran a otras personas para su uso son los tres axiomas fundamentales sobre los que se asienta el abolicionismo. Un movimiento internacional que apuesta por la derogación de la prostitución sin vigencia legal y que se ha analizado en profundidad durante el curso ‘Abolicionismo: derechos humanos con perspectiva de género’ desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Bajo la dirección de Consuelo Gutiérrez Fernández, directora general de Igualdad y Mujer del Gobierno de Cantabria, esta propuesta formativa ha realizado una aproximación holística a una situación que afecta a millones de personas en todo el mundo. “Todavía existen determinadas ideas muy asentadas que no conocen el daño que sufren realmente las personas prostituidas” afirma Gutiérrez.
La aceptación social de mensajes populistas, el “falso progresismo” que apuesta por regulación como solución y los elevados beneficios económicos que se generan en torno a esta actividad son solo algunas de las adversidades a las que se enfrenta este movimiento. “Lo que hemos visto en este curso es que esa libertad que esgrimen algunos, sólo genera cadenas invisibles que impiden a las mujeres decidir sobre su propia dignidad” comenta Gutiérrez.
Aspectos como desvictimizar social y penalmente a las mujeres que ejercen la prostitución, el valor de tejer redes sólidas de apoyo y espacios de seguridad para facilitar su reinserción o la importancia de sancionar las personas, mayoritariamente varones, que compran a otros seres humanos para su uso se han puesto sobre la mesa en dos días de intenso debate. “La sanción de los compradores es un elemento esencial porque repara socialmente, lanza un mensaje de igualdad y pone de manifiesto que existen otros modelos de relación” acota Gutiérrez.
Abordar esta situación desde una perspectiva general, con expertos en diversas materias, es uno de los principales beneficios de esta propuesta formativa. “Ahora es un buen momento para poner encima de la mesa todas estas situaciones y hacerlo en un espacio de reflexión como éste es un éxito” argumenta la directora del curso. “Debemos profundizar lejos de los tuits, las redes sociales y los comentarios fáciles” concluye.