Santander.- “Europa hoy no se equivoca porque no tiene ninguna facultad a nivel mundial de toma de decisiones”. Son palabras del diplomático español y exembajador de España en China, Eugeni Bregolat, quien ha participado en el seminario Quo Vadis Europa? VI ¿Hacia una nueva primavera en Europa?, que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Según ha explicado Bregolat, la Unión Europea (UE) “debe aspirar a ser de verdad una unión, es decir, a la integración política y militar, a ser un conjunto que hable con una sola voz y actúe en el mundo con una sola voluntad”. Si la UE llega a ser esto, “se puede sentar en la mesa en la que hoy solo están Estados Unidos y China”. De esta manera, ha continuado, la UE “podría influir en ese enfrentamiento que hay entre ambos países, porque Estados Unidos está asustado y quiere parar el crecimiento económico y tecnológico de China”. Si esta situación se diese, ha afirmado, podrían unirse otros países como India o Rusia, algo que, a su juicio, “cambiaría todo el orden mundial”.
Además, el exembajador de España en China ha considerado que con el fin de la Unión Soviética se tenía que haber celebrado “una conferencia internacional, tipo Viena o Versalles, en la que se hubiese consensuado el nuevo orden económico internacional”. Pero no sucedió y “Occidente, sobre todo Estados Unidos, se equivocó en el tratamiento a Rusia”. Así, “hoy las diferencias que Rusia tiene con China pesan mucho menos que las diferencias que Rusia tiene con Estados Unidos, y para China lo mismo”. En este sentido, Bregolat ha añadido que “los intentos americanos de contener a China quedan devaluados por la estrecha amistad que hay entre China y Rusia” y, a su vez, “las reticencias que tenía Rusia respecto a darle a China la más alta tecnología militar desaparecieron. Ahora Rusia le da absolutamente todo”.
Además, el diplomático se ha referido al papel del Reino Unido, especialmente tras el brexit: “Da pena porque un país que tiene tantos méritos y es tan encomiable en muchos sentidos, hoy ha perdido el rumbo, no se aclara”. Si quisiera formar parte de la UE, ha explicado, “jugaría el papel que fuera de Europa jugó en la primera parte del siglo XX y hasta la Segunda Guerra Mundial: dar seguridad a Francia de que Alemania no va a fagocitar una Europa unida. Ahí estaba su papel histórico”.
Fotografías: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018