Santander, 9 de julio de 2019.- La subdirectora General de Orientación y Aprendizaje a lo largo de la vida (Ministerio de Educación y Formación Profesional), Asunción Manzanares, ha defendido que socialmente es necesario creerse “el valor que tiene la formación”. “No es indiferente tener una mayor o menor formación para acceder al mercado de trabajo”, ha explicado.
La experta ha sido la encargada de dirigir el curso La educación de personas adultas. Más allá de una visión compensatoria, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander y que se celebra entre los días 8 y 12 de julio.
“Hay que desterrar esa idea de que da igual el nivel de formación. El énfasis en que la población tenga un nivel de graduados en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) reside precisamente en que los trabajos más cualificados van a requerir ese tipo de formación”, ha apuntado Manzanares.
En este contexto, la también doctora en Pedagogía ha subrayado que “los centros de educación de adultos están cumpliendo una función educativa y social tremenda”.
Sobre este tema, Manzanares ha señalado que “hay que dar visibilizar a este sector de la enseñanza”. Así, ha hecho hincapié en que uno de los desafíos fundamentales es romper la visión restrictiva de la educación de adultos: “Hay que ponerla en relación a una idea más expansiva, más amplia y más proactiva de estas enseñanzas”.
Para la experta, “una idea que pesa tradicionalmente sobre la educación de adultos es que tiene un objetivo básico de compensar desigualdades y dar respuestas a carencias que el adulto ha tenido”.
En cuanto al perfil de las personas que optan por formarse en este tipo de centros, la directora del curso ha destacado que "lo que diferencia radicalmente a la educación de adultos de otras enseñanzas es la elevada heterogeneidad de la población". En concreto, Manzanares ha explicado que acuden tanto alumnos que rondan los 20 años como personas de 40 y de más de 65. “El carácter intergeneracional y la multiculturalidad también son características de estas instituciones”, ha detallado.
Por otro lado, ha mencionado que, en un contexto internacional caracterizado por el conocimiento y los grandes cambios, “la educación de adultos se ha convertido en una prioridad”.
En este sentido, la ponente considera que “los centros y la educación de adultos tienen que tener una oferta adaptada a sus intereses y necesidades, con independencia de cuál sea su historia escolar previa y sus necesidades”.
Foto: Esteban Cobo (UIMP)