Santander. – El catedrático de Filología Románica y de Literatura Española de la Edad Media en las Universidades de Alcalá y Ginebra, Carlos Alvar, dirige el curso magistral El Quijote: la formación del mito, que se celebra en las aulas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que está enfocado a analizar los aspectos más destacados de la difusión occidental de El Quijote desde su aparición.
Alvar estuvo estudiando la figura del rey Arturo y, según ha explicado, la lógica le llevó a la obra maestra del manco de Lepanto. Y todo porque "El Quijote es, en gran medida, nieto del rey Arturo", ya que "la prolongación de este análisis" requería llegar al excéntrico hidalgo. Alvar, cuya carrera ha estado ligada a la de Martín de Riquer, su "maestro" y director de tesis, ha realizado un breve recorrido por la línea genealógica de El Quijote: "Del Lanzarote del Lago, a Amadís (de Gaula) y por último Don Quijote".
El también doctor honoris causa de las universidades de Córdoba y Hebrea de Jerusalén ha destacado la importancia de la difusión de la novela de Miguel de Cervantes "sobre todo fuera de España". Así, ha comentado que "la imagen colectiva que se ha configurado alrededor de su figura se sustenta en muchos factores", entre los que se destacan distintos soportes: "Desde las traducciones que dieron a conocer al personaje, hasta los grabados que le dotaron de aspecto". Todo esto hace que se le conozca "aunque no se haya leído el libro", ha afirmado.
Viaje de ida y vuelta
A renglón seguido, Alvar ha disertado sobre las "salidas" de Don Quijote por Europa, y la impresión de muchas de las primeras ediciones en castellano. "El libro regresó a España fortalecido -ha afirmado- y transformado en un personaje distinto al de Cervantes". Como ejemplo, ha destacado El hombre de La Mancha, el musical de Dale Wasserman o "películas excelentes de directores rusos o norteamericanos", que han conseguido que "se convierta en un personaje con vida propia. Una vida que se ha ido adquiriendo fuera del territorio español".
Para entender aún más al personaje, Alvar ha visto alrededor de una treintena de películas sobre el ingenioso hidalgo y aún no se ha vuelto "loco", ha bromeado. Además, se atreve a enumerar los mejores filmes, entre las que se encuentran: "La del director Grigori Kózintsev, la de Rafael Gil a pesar de todo lo que se ha criticado a la cinta. Scaparro tiene una lectura un poco rara, moderna, es teatro realmente". Y por último, pero no menos importantes, ha mencionado Las locuras de Don Quijote, de Rafael Alcázar, y ha destacado también la del director cántabro Manuel Gutiérrez Aragón.
Fotografía: Esteban Cobo