Un seminario sobre procesos químicos en la UIMP desvela el creciente peso de los biocombustibles

Santander. – La responsable del Centro de Investigación Cepsa, Juana Frontela, el Investigador Científico del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica ICP-CSIC, Miguel Peña, y la docente e investigadora del departamento de Química Inorgánica y Química Técnica de la Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED, Vanesa Calvino, han intervino en la Mesa Redonda Energía y Química Sostenible moderada por el Profesor de Investigación del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica CSIC, Miguel Ángel Bañares. Este debate ha formado parte del programa de actividades del seminario Retos de los procesos químicos en el siglo XXI que se celebras estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La responsable del centro de investigación Cepsa ha indicado que "la ley que nos obliga a incluir dentro de los combustibles un cierto porcentaje de biocombustible" y que "no se puede formular el diésel o la gasolina solo con origen petro". Frontela ha explicado que "en 2020, de cien partes que tenga el combustible, noventa serán de origen petro y diez deberán ser de origen bio", y que, además, "dentro de esas diez hay una parte que será de primera generación y hay una parte más pequeña, que decidirá cada estado miembro de la UE, de segunda generación, es decir, aquello que no compita con la alimentación". En este contexto, ha señalado que la For Quality Directive establece que para 2020 hay que bajar las emisiones de CO2, y que se espera una reducción del 6%".

Por su parte, Miguel Peña ha destacado que "los Estados Unidos son los que tienen la bolsa de petróleo más grande del mundo, y aun así están dejando de producirlo porque no les sale rentable", y ha explicado las diferencias entre España y Al emania en la distribución de hidrógeno. La mayor es que "el Gobierno Federal de Alemania invierte 1.200 millones de euros a diez años y las empresas involucradas invierten otros 1.200 millones de euros en ese mismo periodo, en total, 2.400 millones de euros, porque cuando uno quiere algo, tiene que poner dinero". "El equivalente en España –ha añadido- podría ser, por ejemplo, la plataforma española de hidrógeno y material combustible, a la que el Ministerio de Economía ha dotado con 40.000 euros, lo que demuestra que el nivel de compromiso es mucho menor".

 

Fotografía: UIMP | Esteban Cobo