Nicolás Castellano: “En España se violan los derechos humanos, pero es más ‘cool’ denunciarlo en Grecia"

Santander.- “Asalto”, “arrollar”, “actitud violenta”, “ataques”. Son ejemplos del lenguaje que se puede encontrar en los medios de comunicación en el tratamiento del fenómeno de la inmigración, “un lenguaje inocente con el que creamos racismo y xenofobia", y que se construye “desde las fuentes oficiales, que son de las que beben los medios de comunicación en primera instancia”. Así se ha expresado Nicolás Castellano, periodista especializado en el fenómeno de la inmigración, que ha participado en el encuentro Crisis de los refugiados: conflicto, migración y respuesta europea, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), para analizar El relato mediático de las migraciones forzosas.


Castellano ha afirmado que existe “un relato mediático en el que sobran los términos gruesos, la creación de xenofobia y racismo fácil”, conceptos cuyo uso ha catalogado de “actos de irresponsabilidad” por parte de los medios. El periodista ha reivindicado otro tipo de tratamiento: “Falta la generación de contexto y mirar al otro lado del mundo”.


“El objetivo debería ser el de humanizar a esa ‘masa’ de la que se habla cuando se trata la inmigración”, ha señalado. Esta falta de humanización denota, según él, un ombliguismo europeo y español: “Pensamos que son refugiados en el momento que llegan a nuestras fronteras, pero lo son desde que salen de su país”, ha matizado.


Castellano ha denunciado la actuación de ministros o miembros de instituciones, quienes a veces “tienen más protagonismo que los propios refugiados”. Por eso ha creído conveniente “reducir ese protagonismo”, y “una actitud más crítica por parte de periodistas y medios respecto a lo que dicen esas instituciones”.


Y es que, si ese relato prevalece sobre el resto, “el discurso facilón de miedo al otro que tantas veces se ha cacareado” seguirá funcionando, ha advertido el periodista de la SER. “Así nos acabamos pensando que los inmigrantes y refugiados son una suerte de invasores o bárbaros”, ha subrayado, a la vez que ha resaltado el hecho de que “las políticas inmigratorias siguen teniendo un peso importante en el debate político” como una de las causas del uso de “tópicos y prejuicios”.


Por último, Castellano también ha analizado la percepción de la sociedad sobre el fenómeno, en la que predomina la “solidaridad digital”, síntoma de una “superficialidad en los mensajes”. Es sorprendente, a su juicio, cómo se activa el mecanismo de empatía con fenómenos en otros lugares –como ocurrió con la mediática foto del niño sirio ahogado, Aylan Kurdi-, cuando también sucede en nuestro país: “En España se violan los derechos humanos cada día, pero es más ‘cool’ denunciarlo en Grecia”, ha sentenciado.

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano