La UIMP reabre el debate sobre el acoso y la violencia tecnológica

Santander. – El doctor en Psicología Javier Urra ha impartido la conferencia Las amistades peligrosas, ciberacoso en la pandilla como parte de las actividades del curso Ciberbullying y adolescencia: la responsabilidad educativa en la era digital que se celebra esta semana en las aulas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

El que fuera el primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, entre los años 1996 y 2001, ha realizado un breve repaso a dos pilares importantes de su carrera laboral: el Centro Piloto Nacional de Reforma de Cuenca, en el que trabajó durante tres años y donde convivía con menores de edad problemáticos, y la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid.

"Para los chavales el acoso escolar significa que no hay esperanza, no hay salida y que todo está contra ellos", ha afirmado Urra al dialogar sobre los menores a los que tenían él y su equipo bajo tutela: "Creen que nadie les apoya y es devastador no formar parte de un grupo de iguales en los que puedas apoyarte". También, según su opinión, es importante la figura del agresor, ya que este último "cuenta con el apoyo de otros compañeros (que no le quieren, pero le respetan por temor a represalias), y del profesor que no pone solución a un problema que sabe que existe".

Actuaciones gubernamentales

Urra ha afirmado que no tenía relación alguna con políticos, jueces o periodistas cuando comenzó su etapa dentro de la Fiscalía de Menores, en la que lleva trabajando desde 1985, lo que le ha permitido "ser autónomo" en la toma de decisiones. A pesar de esta independencia ideológica, el psicólogo forense ve acertadas tres actuaciones del Gobierno en funciones: "Subir la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales con adultos (de los doce a los dieciséis años), la prisión permanente revisable y la prohibición de estar con menores para aquellas personas que han abusado de niños".

A renglón seguido, Urra ha asegurado que "la Fiscalía se adapta, como todas las instituciones, a una sociedad cambiante, pero hay cosas que son inadmisibles" y ha apuntado que "la televisión está marcando una gran distancia con nuestros niños".

Menores y redes sociales

Por su parte, el comisario jefe de la Brigada Central de Investigación Tecnológica (BIT) de la Unidad de Investigación Tecnológica, M.M., ha basado su intervención en los Menores en las redes sociales, y ha afirmado, como premisa fundamental, que "los policías no solo nos dedicamos a detener a los malos, también tratamos de difundir dinámicas de prevención y actuaciones relacionadas con la formación, la divulgación y el conocimiento".

En este contexto, ha hablado sobre el programa Ciberexpert@, creado por la Unidad de Participación Ciudadana de la Policía Nacional que nace con el propósito de formar una visión positiva en el uso seguro y responsable de internet: "Este curso está dedicado a los niños más pequeños (alumnos de 5º y 6º de primaria, de nueve y diez años)". Mediante diferentes actividades de sensibilización y charlas en colegios, "para visualizar de manera real los riesgos y problemas que se pueden encontrar en la red e incluso denunciar".

Así, el comisario jefe ha destacado la doble dicotomía producida en el ambiente de internet con la existencia de contenidos nocivos (aquellos contenidos que son perjudiciales para la salud, pero no ilegales) y contenidos ilícitos: "Existen diferentes páginas con temas nocivos como aquellas que hacen apología de la anorexia, la bulimia, el suicidio o la pedofilia". Según M. M. dichos portales no pueden cerrarse, pues "no difunden imágenes" pero sí ensalzan determinados comportamientos inmorales e ilegales.

Fotografía: Esteban Cobo