La UIMP explora los orígenes de las peregrinaciones en el contexto político de la Edad Media

Santander.- Beato de Liébana loaba en su poema O Dei Verbum la figura del apóstol Santiago: ¡Oh! Verdaderamente digno y más santo apóstol / que refulges como áurea cabeza de España / nuestro protector y patrono nacional. Es en este punto en el que Beato “está haciendo a Santiago patrón de España”, ha señalado Jaime Nuño, historiador y director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, durante su participación en el encuentro Liébana y las peregrinaciones: arte, historia e ideología de la espiritualidad de los Cursos Avanzados de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).


Nuño ha destacado la figura de Beato junto a la del rey Alfonso II de Asturias, “dos hombres de Estado”, artífices de fenómenos como fueron las peregrinaciones a Santiago, a Oviedo y “quizá en menor medida a Liébana”, y que fueron producto de “necesidades políticas”. “No sé si es un sitio para introducir duda sobre la importancia de Santo Toribio como centro de peregrinación, pero sí que es verdad que tiene más importancia desde el punto de vista intelectual en la generación de estas peregrinaciones”, ha puntualizado.


El historiador ha desgranado la situación sociopolítica de la época en la que comenzaron estos viajes, entre finales del siglo VIII e inicios del IX, en la que tras la invasión musulmana de la península, el norte se caracteriza por una “estructura débil, donde los nobles aúpan y quitan reyes, y en el que hay revueltas señoriales”. Sin embargo, con la figura de Alfonso II, que reinó entre 791 y 842, se crea “una corte, una cancillería y un poder militar bastante recio”, ha apuntado Nuño.


El rey asturiano fue consciente de que para crear un estado, “necesitaba una energía personal, demostrada con sus campañas, y aliados poderosos, tanto en la tierra, con Carlomagno, como en el cielo, con Santiago”, ha precisado el historiador. “Por eso, que apareciera el cuerpo del apóstol Santiago estaba cantado. La situación inestable lo requería, debía haber un protector nacional, y así tuvo lugar la invención del sepulcro de Santiago”, ha precisado el Nuño.


Alfonso II fue el artífice político, pero Beato, fue el ideológico. “Un intelectual y hombre de Estado que intenta crear una iglesia nacional y que identifica un héroe sobrenatural para alentar el esfuerzo de una sociedad con pocos recursos económicos, pero que quiere ser poderosa y fuerte”, ha resaltado Nuño. “Fue el ideólogo de la imagen cristiana de Santiago, del adalid que luego tendrá tanto éxito”, ha sentenciado el miembro de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.


Inauguración del encuentro


La intervención de Nuño ha tenido lugar tras la inauguración oficial, en la que han estado presentes José María Pérez "Peridis", dibujante, arquitecto y creador de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, Carlos Hazas, subdirector general y director territorial de Cantabria del Banco de Santander, Ramón Ruiz, consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, César Nombela, rector de la UIMP, y Elena García Botín, presidenta de la Asociación Cultural Plaza Porticada, organizadora del encuentro.


Un encuentro que pone en valor la “excelencia patrimonial y artística de Cantabria”, como ha comentado Ruiz, a través de unas peregrinaciones que “son desde luego una fuente de conocimiento cultural y científico”, como ha añadido Nombela, y que tienen también un significado “de búsqueda, de encuentro, de entroncar con las raíces y promocionar la libertad del ser humano”.

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano