La UIMP acoge un encuentro sobre el papel de las universidades en la lucha contra la pobreza

• El embajador de Países Bajos en España, Johannes Hendrik Matthijs van Bonzel, clausurará el encuentro este martes

Madrid.– "Una gran empresa que nos beneficia a todos". Así ha definido Francisca G. Caballero, vicerrectora de Postgrado e Investigación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la esencia del encuentro Universities for Poverty Alleviation (UPA), promovido por la ONG Helsinki España y que se celebra estos días en la sede central de la UIMP.

Caballero ha inaugurado este curso acompañada por la presidenta de HE, Ana Nieto, el responsable del encuentro, Román López-Cortijo, y el encargado de la primera sesión, el director de Sentido Humano del Instituto Tecnológico de Monterrey, Pablo Ayala.
La vicerrectora ha señalado que "en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo nos sentimos orgullosos de brindar un espacio para la reflexión sobre un tema que nos interesa y que en sí mismo define la responsabilidad social de nuestra universidad". Asimismo, tras enumerar los diferentes encuentros y seminarios que se han desarrollado en el marco de los Cursos Avanzados que han estado relacionados con temática social, ha explicado que "desde la enseñanza universitaria, mediante programas de educación superior especializada, encuentros internacionales, cursos de formación y actividades de voluntariado, podemos jugar un papel fundamental como actores de cambio, de cimentación de la paz y de estabilidad social".
Por su parte, la responsable de Helsinki España ha resumido los objetivos de UPA y ha señalado que uno de ellos es conseguir que "los estudiantes que salen de la universidad salgan con un conocimiento responsable de la realidad y que lo relacionen con lo que está ocurriendo, porque de esta manera, conocerán la realidad de la pobreza".
Igualmente, ha instado al ámbito de la investigación a "ampliarse a temas de desarrollo" y al profesorado universitario a "conectar su materia con la pobreza en el mundo, que no sea un conocimiento aislado sino que se imparta imbuido de la problemática de la pobreza".
Ponencia de Pablo Ayala
En el Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC) los estudiantes universitarios tienen la obligación de realizar servicios sociales mientras cursan la carrera. En total deben cumplir 480 horas y el departamento Sentido Humano es la plataforma a través de la que el TEC quiere "concienciar al alumno de la realidad social del país, involucrándolo en proyectos o programas que generen desarrollo social, económico y educativo en las comunidades e instituciones más necesitadas".
Por eso, ha asegurado que uno de los retos es que "los estudiantes sean sensibles a la realidad social, económica y política". ¿Cómo? Poniendo las formaciones ética y ciudadana como aspectos "no negociables" en la formación universitaria. De esta forma, según ha comentado, se solucionaría uno de los problemas de la sociedad occidental actual: "La desafección ciudadana".
Esto lo hacen utilizando "la ética como un factor para promover el cambio cultural universitario" y no es tarea sencilla, pues "el terreno de juego que tenemos es de cuatro años de formación profesional" donde los alumnos "ya llegan armados" en cuanto a valores sociales y morales se refiere.
Otro de los puntos que ha analizado es "la pobreza extrema de alimentación". Así, ha explicado que en México, dependiendo de las fuentes, la cifra de personas que viven en situación de pobreza extrema baila de los nueve a los diecisiete millones, pero, independientemente del número, "se requiere de apoyo gubernamental porque hay gente que no come, pero desperdiciamos más de una tercera parte de lo que producimos". Un desperdicio que supone "cien mil millones de pesos al año", ha matizado Ayala y es que "si el Banco de Alimentos, que da despensas diarias a 1.2 millones de personas, recuperase el 10 por ciento de lo que se desperdicia, se acabaría el problema de la pobreza alimentaria".
Como ejemplo, ha explicado que para intentar paliar esta situación, los alumnos de ingenierías industriales, de sistemas y alimentarias del TEC se sumaron a un reto de la mano del Banco de Alimentos mexicano con el que poder "transformar la merma" de pan de molde y que el excedente llegase en buen estado a comunidades necesitadas.
Programa: http://www.uimp.es/uxxiconsultas/ficheros/7/37502UPA63bz.pdf