Gestores de Siega Verde señalan como esencial la involucración de la población local en el yacimiento

Santander.- El seminario Arte rupestre y turismo cultural subraya, durante esta jornada, el sincretismo entre el yacimiento rupestre y su territorio, con la participación de la sociedad local en la gestión de los enclaves rupestres visitables. En concreto, se ha puesto de manifiesto el caso de Siega Verde a través de Juan Carlos Rebollo y Ketty Ratero, ambos coordinadores del plan de gestión del Área Arqueológica de Siega Verde y miembros de la Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Ciudad Rodrigo (ADECOCIR).

Esta singular zona arqueológica, declarada Patrimonio Mundial el día uno de Agosto de 2010 como extensión del Parque Arqueológico del Vale do Côa, se encuentra en las márgenes del Río Águeda próximas a la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo. Según Rebollo, director técnico de ADECOCIR, algunos de los problemas que surgieron en torno al yacimiento, como el rechazo de la población a la zona, fueron fruto de la localización y la trayectoria histórica del recinto arqueológico.


Tras el reconocimiento internacional del yacimiento, en 2005 ADECOCIR se hace con la gestión de Siega Verde y busca recuperar “la unión de la gente con el paraje”, al cual no se podía acceder, por orden de la Junta, para evitar agresiones a los grabados. “La población fue expulsada del paraje. Se les prohibió el acceso por completo a Siega Verde donde solo se podía pescar”, ha explicado Rebollo.


Además, según el coordinador del plan de gestión, los ayuntamientos “no tenían contacto entre ellos para tratar el tema del área arqueológica, a pesar de que estaban dentro de la misma, y los habitantes habían generado un desapego a su paraje incluso con conflictos fruto del desconocimiento”. Asimismo, Siega Verde acusaba otros problemas como un turismo muy especializado y mal informado, un sector hostelero, en la comarca de Ciudad Rodrigo, no involucrado con su patrimonio, o una escasa relación entre las instituciones.


En este contexto, Rebollo ha indicado que ADECOCIR empezó a trabajar con el objetivo de convertir Siega Verde en un recurso de desarrollo sostenible mediante “el trabajo con la población local, la hostelería y otros agentes de la comarca” y que se ha resuelto con unos vecinos que “por fin están orgullosos de su territorio y valoran su potencial. Un patrimonio de todos”.


En esta línea, Ketty Ratero, como coordinadora de actividades de Siega Verde, ha expuesto algunas de las acciones, actividades y talleres que se llevan a cabo desde el yacimiento. Programar jornadas con la hostelería de la comarca, reforzar el compromiso con el Vale do Côa, promocionar el paraje en prensa y ferias itinerantes o sensibilizar a los niños desde pequeños, son algunos de los trabajos para concienciar a los diferentes entes. “Estamos orgullosos de lo que hemos trabajado con la población local. Una línea de trabajo sobre la idea de que es esencial su participación en el entorno”, ha explicado Ratero.


¿Quién es quién en Siega Verde?

El enclave, situado en una zona despoblada y fronteriza dentro de tres municipios, fue en su historia más reciente un lugar de pastoreo y ocio para los vecinos de las comarcas próximas. Antes de su descubrimiento por el arqueólogo Manuel Santonja en 1988, los habitantes convivían con los grabados, a los que llamaban "las pinturas del río", y que eran atribuidas a los pastores. “Una vez que se descubren se realiza una investigación oficial en 1990-1991, la única de este tipo realizada en el paraje”, ha indicado Rebollo.


En su exposición, Rebollo ha señalado el papel de La Junta de Castila y León como encargada de la conservación, la seguridad y el mantenimiento del yacimiento, además de la promoción en ferias de turismo. Mientras, la Diputación de Salamanca subvenciona el transporte de los colegios de la provincia para que visiten Siega Verde. Los ayuntamientos, por su parte, se encargan del mantenimiento del Aula Arqueológica y mantienen limpios los caminos por los que discurren las rutas de paneles visitables. Y por último, ADECOCIR que se encarga de la gestión de las visitas tanto en el aula como en el yacimiento, además de realizar talleres arqueológicos y difundir Siega Verde en ferias y conferencias.

 

Fotografía: UIMP 2017 | Juan Manuel Serrano