Administración y expertos sanitarios analizan los avances y los nuevos retos en el cáncer de mama

Santander.- La coordinadora de la Oficina Regional de Cooperación Oncológica de la Comunidad Autónoma de Madrid, Cristina Grávalos Castro, ha apostado por innovación, investigación, formación continuada de los profesionales y, por supuesto, la atención y seguimiento de la población de alto riesgo: “Las pacientes tienen que tener acceso a la innovación, a nuevos fármacos. Es la manera como la oncología ha avanzado y cómo tiene que seguir haciéndolo”, ha asegurado durante su intervención en el encuentro Hacía la excelencia en el conocimiento del cáncer de mama avanzado: una visión multidisciplinar de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Grávalos ha querido recordar que el cáncer de mama no es una enfermedad, “sino un conjunto de enfermedades”, en las que los tratamientos son diferentes: “El fenómeno del cáncer es algo muy complejo y del que todavía tenemos que aprender muchas cosas”, ha reconocido. Eso sí, ha hecho hincapié en la importancia de la revisión primaria y los hábitos oncosaludables como hacer ejercicio, evitar la obesidad o la dieta mediterránea.

Según datos de Europa de mujeres de cáncer de mama entre 1999 y 2007, España estaba bastante bien posicionada con una supervivencia a un año de más del 95% y una supervivencia a cinco años del 82’8%. En la actualidad, como ha explicado, las cifras son más positivas: “Este aumento de la supervivencia se debe a varios factores, uno de ellos el diagnóstico precoz, todo lo que tiene que ver con los programas de cribado de cáncer de mama de la población normal y de la identificación de la población de alto riesgo”, ha afirmado. En su opinión, está claro que hacer mamografías cada dos años a mujeres de riegos normal, entre los 50 y 69 años, disminuye la mortalidad. Por eso, ha animado a todas las mujeres a que participen en los programas de cribado: “No queremos llegar a tratar a las mujeres con cáncer metastásico, lo que queremos es diagnosticarlas antes. Y para eso, el diagnóstico precoz es imprescindible”.


Por su parte, la subdirectora de la Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud, Ana Tejerina Puente se ha referido a “la alerta demográfica y el envejecimiento de la población, que junto con los hábitos de vida, están produciendo un aumento de las enfermedades crónica, y dentro de ellas, el cáncer, y muy especialmente el de mama. En Cantabria, ha asegurado, se dan unos trescientos casos nuevos al año, lo que supone que “una de cada ocho mujeres desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida”.


Otro de los titulares que se suelen ver en prensa en relación a esta enfermedad hace mención a las desigualdades y, como ha apuntado la subdirectora, el 90% de las veces se habla de desigualdad en el acceso a los medicamentos, cuando en realidad “existe en todo el proceso asistencial”. En ese sentido, Tejerina ha puesto sobre la mesa la importancia de obtener programas de screening con alta cobertura, pero “lo más importante es que dentro del programa entren todas las mujeres, es decir que sea poblacional y se invite a todas”.

Conclusiones

Nuria Ramírez de Castro, redactora jefe de la sección de Sociedad del diario ABC y directora del encuentro, ha puesto sobre la mesa las conclusiones como epílogo de la jornada. Así, ha recalcado la necesidad de disponer de una casilla en la declaración de la renta “para financiar la sanidad y la investigación”, y se ha mostrado “esperanzada” porque en el futuro haya “un control efectivo del cáncer. No sabemos cuándo pero será en breve gracias a las herramientas que tenemos”.

La periodista de ABC ha defendido que pese a las desigualdades que existen en el ámbito asistencial, “se debe garantizar que procesos graves se traten en centros de referencia, donde se pueda dar el mejor tratamiento posible”, y también ha asegurado que “humanizar la asistencia es una obligación, una cuestión ética”, empezando también por las condiciones de trabajo. En este sentido, ha subrayado la figura del enfermero, “el gran aliado”, y ha abogado por ponerle “en el lugar que corresponde, como otro pilar más del tratamiento”.


Finalmente, y respecto al futuro de la cura e investigación sobre el cáncer ha precisado que pasa “por la investigación, por más formación y por más dinero”, y ha alertado sobre el uso de terapias alternativas, que “elevan hasta seis veces el riesgo de muerte de cáncer de mama”. Por ello, ha enfatizado la necesidad de que el paciente “esté acompañado para que sepa tomar una decisión en cada momento”, y sobre todo, para que “esté educado y que sepa que estas terapias pueden provocar un daño a pesar de considerarlas totalmente inofensivas”.

Fotografía: UIMP 2017/ Esteban Cobo